sábado, 9 de febrero de 2013

La Musica.



La música de lejos se oía. Alegre y resplandeciente,  variada y altamente culta, paseaba, si paseaba, iba del Norte al Sur, del Este al Oeste, De los recuerdos al presente, Del Presente al Interior y del Interior emergía hecha esplendorosa Canción.
Escalaba y caía ella, haciendo inflamar los corazones, haciendo así radiante al amor.
A ritmo de Huracán Tropical movía a todos, no con desespero sino con su son.
Subía y bajaba del Cristo de Río  jugaba allá en los Andes como si de juegos de niños se tratara.
Venia al Viejo Continente y de tú era tratada pero siempre sí, con mucho amor.
Iba a lo más septentrional y se desplegaba en Nueva York y con la velocidad del viento llegaba hasta un punto amplio más austral, allí donde estaba su cuerpo, también su corazón.
Oh Música mágica que a todos nos abrazas ha sido buena cosa que jamás nadie te ha logrado limitar, jamás nadie te ha podido mancillar, porque sino que fuera del corazón de aquel que ha decidido su vida al poderla tocar.

Omarito.