sábado, 26 de febrero de 2011

NUEVA MEDICINA GERMANICA (IV)

En los 3 interesantes segmentos anteriores observamos como el Dr. Hamer inicia sus estúdios sobre la Nueva Medicina a partir de una experiencia traumática La Muerte de su Hijo Dirk y el desarrollo por el mismo de un Câncer de Testículo.
Como se centra en sus pacientes Oncológicos y comienza a generar Las 5 Leyes de La Nueva Medicina Germânica.
EL ORIGEN DE LA ENFERMEDAD EN EL CEREBRO
Síndrome de Dirk Hamer, o DHS.
En honor a su hijo
El “Sistema Ontogenético de Tumores” de la GNM
El Patron Bifasico de Cada Enfermedad. 
Segunda Ley Biologica.
Distincion entre Cancer Maligno y Benigno
Valor de la Quimioterapia.
El Cuerpo se sana solo
El Significado de Nuestra Lateralidad Biológica
El Papel Benéfico de los Micróbios
Pasemos a un Interesante Segmento IV en
el que analizamos conceptos diferentes en 
La Nueva Medicina Germanica. del Dr. Hamer
Tomado de:

NUEVA MEDICINA GERMÁNICA® (GNM)
El nuevo paradigma médico
© Por Dra. Caroline Markolin, Vancouver, Canadá


EL PAPEL BENÉFICO DE LOS MICROBIOS
Otro aspecto de la investigación del Dr. Hamer ha sido el papel de los microbios durante el desarrollo de la enfermedad. Esto, en resumen, es lo que él encontró (Cuarta Ley Biológica): Los microbios, tales como hongos, bacterias y virus están activos solamente durante la fase de curación, y la manera en que
operan es en total concordancia con la lógica evolutiva. Las bacterias tuberculares, por ejemplo, se encuentran en tejidos controlados únicamente por el “cerebro antiguo”. Su función durante la fase de la reparación es descomponer los tumores que son ahora superfluos, es decir, los tumores de pulmón,
colon, riñones próstata, útero, tumores de glándulas mamarias, melanomas y mesoteliomas. Las bacterias tuberculares son esenciales para deshacer la acumulación de “células descartables” que proliferaron por una razón biológica durante la fase activa del conflicto. Si la bacteria requerida no está disponible, ya sea por una vacunación o por el abuso de antibióticos, o tratamientos de quimioterapia, el tumor no puede desintegrarse apropiadamente. Como resultado, éste se queda en su lugar y se encapsula sin generar daños. Sin embargo, al ser detectado en un chequeo de rutina, tal crecimiento encapsulado puede conducir a un diagnóstico de “cáncer” y, potencialmente, a nuevos choques de conflicto con nuevos síntomas. Entendiendo las leyes biológicas del desarrollo de la enfermedad, esta perspectiva puede virtualmente ser eliminada.
Mientras la bacteria destruye las células tumorales que ya no se necesitan, los virus parecen estar implicados en el proceso de curación de tejidos controlados exclusivamente por la corteza cerebral (es decir, bronquios, membranas nasales, revestimiento estomacal, revestimiento de los conductos biliares y de la epidermis). La hepatitis, neumonía, herpes, influenza, influenza estomacal, son indicaciones de que está en curso un “virulento” pero natural proceso de curación. Respecto al papel de los virus, el Dr. Hamer prefiere hablar de “virus hipotéticos”, puesto que últimamente ha sido cuestionada la existencia de los virus. Esto estaría en concordancia con los hallazgos tempranos del Dr. Hamer, sobre que el proceso de reconstrucción y restauración del tejido ulcerado o necrotizado todavía ocurre, incluso si los virus relacionados con el tejido no están presentes.
El dilema en el cual la medicina convencional se encuentra atrapada es que falla en reconocer el patrón bifásico de cada enfermedad, la primera fase, la fase activa de conflicto, es rutinariamente pasada por alto. Puesto que los microbios están solamente activos durante la fase de curación, y puesto que su actividad microbiana va típicamente acompañada por inflamación, fiebre, pus, descarga y dolor, los microbios son considerados malévolos y la causa de las enfermedades infecciosas. Pero los microbios no causan la enfermedad. Después de todo, es nuestro organismo que emplea los microbios para optimizar el proceso curativo. Los microbios pueden, por supuesto, ser transmitidos, pero permanecen dormidos hasta que la persona está en la fase de curación del mismo tipo de conflicto.

CUESTIONANDO LAS METÁSTASIS
De acuerdo con la NMG y el “Sistema Ontogenético de los Tumores”, la tan extensamente propagada teoría de las metástasis, que sugiere que las células cancerosas viajan a través de los vasos
sanguíneos o linfáticos y causan cánceres en nuevos sitios es, en las palabras del Dr. Hamer, una “ficción puramente académica”. Las células en general, y las células cancerosas en particular no pueden
bajo ninguna circunstancia cambiar su estructura histológica o cruzar el umbral de la capa germinal de la cual fueron originadas. Por ejemplo, una célula tumoral del pulmón, que es de origen endodérmico, controlada desde el tronco cerebral (“cerebro antiguo”), y que prolifera durante la fase activa del conflicto
no puede transformarse en una célula de hueso, que es de origen mesodérmico, controlada desde la sustancia blanca ("cerebro nuevo"), y que se deteriora durante un proceso de descalcificación de conflicto activo. En el escenario “cáncer pulmonar que hace metástasis a los huesos”, las células de pulmón cancerosas realmente estarían creando un agujero (es decir, una necrosis la célula!—lo
contrario del cáncer) en algún hueso en el cuerpo. También debemos preguntarnos porqué las células de cáncer raramente se “riegan” al tejido vecino más cercano, como por ejemplo del útero al cervix. Si las células cancerosas viajan por medio del torrente sanguíneo, ¿Por qué la sangre donada no es examinada para ver si ésta contiene células cancerosas? ¿Por qué no son encontrados tumores en las paredes de los vasos sanguíneos de los pacientes de cáncer?
Hace dos años, en agosto 19 del 2004, el periódico canadiense Globe and Mail publicó un artículo titulado, “Investigadores Persiguen Pruebas de Cáncer de mama en Exámenes de Sangre”, que contiene reveladoras afirmaciones, “La cacería de células tumorales en el torrente sanguíneo ha tomado 10 años…”, y, “Hasta muy recientemente, no existía tecnología para aislar confiablemente la rara célula tumoral de los millones de células sanguíneas, rojas y blancas, contenidas en un solo frasco de sangre humana.” Además del hecho de que la “persecución” está lejos de terminar (como lo indica el artículo), ¿no implicará esto que la hipótesis de la “metástasis” estaba desinformando al público y asustando de
muerte a millones de pacientes de cáncer por más de cuatro décadas?
El Dr. Hamer, por supuesto, no disputa el hecho de que existan cánceres secundarios, pero éstos tumores subsecuentes no son producidos por células cancerosas migratorias que milagrosamente se transforman en diferentes tipos de células, sino más bien por nuevos choques de conflictos. Un nuevo proceso DHS puede iniciarse por experiencias adicionales traumáticas, o a través de choques de diagnóstico. Como ya hemos mencionado anteriormente, un inesperado diagnóstico de cáncer, o que le digan al paciente que está haciendo “metástasis” podría detonar un miedo-mortal (causando cáncer de pulmón) o cualquier otro tipo de choque relacionado con el diagnóstico, causando nuevos cánceres en
otras partes del cuerpo. En muchos casos, estos pacientes no logran llegar a la fase de curación, porque el severo estado de estrés los debilita, hasta tal punto donde tienen muy poca oportunidad de sobrevivir el altamente tóxico tratamiento de quimioterapia.
El segundo cáncer más frecuente después del cáncer de pulmón es el cáncer de los huesos. El doctor Hamer encontró que nuestros huesos están biológicamente vinculados a nuestra auto-estima y nuestro auto-valor. Así pues, si nos dicen que tenemos una “enfermedad que amenaza nuestra vida”, especialmente una que supuestamente se “esparce como el fuego” a través del cuerpo, puede igualarse a “ya no sirvo más”, y los huesos o el hueso cercano a donde nos sentimos “inútiles” comienza a descalcificarse (en el caso de cáncer de seno es a menudo en el área del esternón o las costillas). Así como con un hueso fracturado, el propósito del programa biológico (o la “enfermedad”) aparece al final
de la fase curativa. Cuando la fase de reparación se completa, el hueso será mucho más fuerte en ese sitio, asegurando así que estamos mejor equipados para la eventualidad de un nuevo “conflicto de autodevaluación”.

LA NATURALEZA DE LOS TUMORES CEREBRALES
Una vez que el conflicto ha sido resuelto, la lesión cerebral – junto con la psique y el órgano – también entran en la fase curativa. Como con cualquier herida que está siendo reparada, se desarrolla un edema (exceso de fluido) para proporcionar protección al tejido neural en recuperación. En un escaneo cerebral, los cambios son claramente notables: los agudos anillos en forma de diana se sumergen en el edema y aparecen ahora borrosas, indistinguibles y oscuras.
A la altura de la fase curativa, cuando el edema cerebral ha alcanzado su máximo tamaño, cuando el edema del cerebro ha alcanzado su máximo tamaño, el cerebro acciona un breve y fuerte empuje que expele el edema. En la terminología de la GNM, ésta contra regulación es llamada la “Crisis Epileptoide”.
(EC). Durante esta crisis, el organismo entero es brevemente empujado a un estado de simpaticotonía, es decir, vuelve a revivir los típicos síntomas de la fase activa del conflicto, como escalofríos,
extremidades frías, rápidos latidos y náusea. La intensidad y duración de esta crisis pre-programada es determinada por la intensidad y la duración del conflicto precedente. El tipo de “crisis” siempre depende de la naturaleza del conflicto y el área precisa implicada.
Después de que el edema cerebral ha sido expulsado, la neuroglia, que es el tejido cerebral conectivo que proporciona el apoyo estructural para las neuronas, se establece en el sitio para restaurar la función de las células nerviosas que fueron afectadas por el choque del conflicto (DHS). Es pues, natural, una acumulación de glia, lo que la medicina convencional etiqueta como un “tumor cerebral”, a menudo con calamitosas consecuencias para el paciente. El Dr. Hamer estableció ya en 1981 que un “tumor cerebral” no es una enfermedad en sí, sino que es sintomático de una fase curativa que corre paralela en el órgano (controlada desde el área correlativa del cerebro que está simultáneamente en una fase de reparación). Por ello, los “cánceres cerebrales metastáticos” tampoco existen.
TERAPIA NMG (resumen conciso)
El primer paso en la terapia de la NMG es proporcionar un entendimiento de la naturaleza biológica de un síntoma, es decir, un cierto cáncer, en relación a su causa física. Un escaneo cerebral y una minuciosa historia médica son vitales para determinar si el paciente todavía está conflicto-activo o si ya se está sanando. Si está todavía en la fase activa, el objetivo es identificar el DHS (Síndrome de Dirk Hamer) original y desarrollar una estrategia para resolver el conflicto. Es crucial preparar al paciente para los síntomas de curación y para potenciales complicaciones. ¡Estos síntomas son muy predecibles!
Los hallazgos del Dr. Hamer nos proporcionan por primera vez en la historia de la medicina un sistema confiable que nos permite, no solo comprender, sino también predecir el desarrollo y curso de los
síntomas de todas y cada una de las enfermedades. Esta es una verdadera medicina preventiva, un aspecto de la Nueva Medicina Germánica que difícilmente puede ser suficientemente enfatizado. La verdadera prevención requiere un entendimiento de la causa real de una enfermedad, y eso es lo que la investigación del Dr. Hamer proporciona en espléndido detalle. Al entender las “Cinco Leyes Biológicas” del proceso y la causa de curación de enfermedades, podremos liberarnos del miedo y pánico que a menudo vienen con el comienzo de los síntomas. Este conocimiento es más que poder, puede salvar vidas.
Acerca del Autor:
Caroline Markolin, Ph.D., es maestra de tiempo completo de la
Nueva Medicina Germánica®, entrenada y aprobada por el Dr.
Hamer. Vive en Canadá y ofrece seminarios semanales de la NMG
con base regular en Montreal y Vancouver.
Para más información acerca de la GNM, visite: http://learninggnm.com
Este artículo fue publicado por primera vez en: EXPLORE Vol. 16, Nº 2, 2007

miércoles, 23 de febrero de 2011

NUEVA MEDICINA GERMANICA (III)



En los dos segmentos anteriores 
asistimos a la informacion sobre La Perdida de Dirk
 hijo del Dr. Hamer y el Cancer de Testiculo que
sufrio este. Lo relacionó con la tragica 
perdida de su hijo.
Descubre al analizar a todos sus pacientes
con cancer que al igual que él todos habian
pasado por algun episodio lleno de tensión
antes de desarrollar este.
Sus Hallazgos lo llevan a
 "Las 5 Leyes de la Nueva Medicina"
EL ORIGEN DE LA ENFERMEDAD EN EL CEREBRO
Síndrome de Dirk Hamer, o DHS.
En honor a su hijo
El “Sistema Ontogenético de Tumores” de la GNM
El Patron Bifasico de Cada Enfermedad. 
Segunda Ley Biologica.
Distincion entre Cancer Maligno y Benigno
Valor de la Quimioterapia.
Pasemos a un Interesante Segmento III en
el que analizamos conceptos diferentes en 
La Nueva Medicina Germanica. del Dr. Hamer
Tomado de:

NUEVA MEDICINA GERMÁNICA® (GNM)
El nuevo paradigma médico
© Por Dra. Caroline Markolin, Vancouver, Canadá


EL CUERPO SE SANA SOLO
La resolución del conflicto señala el comienzo de la segunda fase del programa biológico.
Nuestras emociones y nuestro organismo cambian inmediatamente y pasan a un modo de sanación asistido por un cambio en el sistema vegetativo hacia la función de “vagotonia”. Durante la fase de sanación, el apetito vuelve, pero hay mucho cansancio (podríamos incluso no ser capaces de levantarnos de la cama).
El descanso y el suministro al organismo de nutrientes es esencial mientras el cuerpo está tratando de sanarse. La segunda fase es también llamada la “fase tibia”, durante la vagotonia es cuando los vasos sanguíneos se agrandan produciendo manos y pies tibios y piel cálida.
Con la resolución del conflicto, hay también un cambio inmediato a nivel orgánico. La proliferación de las células (crecimiento tumoral controlado por el “cerebro antiguo”) o la degradación de la célula (perdida controlada de tejido – “cerebro nuevo”), se detienen inmediatamente y se pone en marcha el proceso correspondiente de reparación. Un área que se necrotizó o que se ulceró durante la fase activa del conflicto se encuentra ahora siendo reparada y recargada con nuevas células.
Esto va usualmente acompañado de una inflamación potencialmente dolorosa, causada por un edema que protege al tejido mientras este está curándose. Otros síntomas típicos de reparación son: hipersensibilidad, escozor, espasmo (si es que está implicado el tejido muscular) y aumento de volumen. Ejemplos de
“enfermedades” que solamente ocurren en la fase de sanación son: ciertos desórdenes de piel, hemorroides, laringitis, bronquitis, artritis, arterosclerosis, desórdenes de vejiga o riñones, ciertas enfermedades del hígado, e infecciones.
De acuerdo con la observación de la multiplicación de las células (mitosis) y la distinción estándar entre tumores “benignos” y “malignos”, la medicina convencional interpreta la producción natural de células de tejidos en proceso de sanación, como una “malignidad”. En la GNM, también distinguimos dos tipos de tumores.
Pero los tumores no están divididos en “buenos” y “malos”; más bien están clasificados de acuerdo con su tipo de tejido y la parte del cerebro desde la cual se originan y son controlados. Existen tumores que se desarrollan exclusivamente durante la fase activa del conflicto (tumores de pulmón, colon, hígado, útero, próstata, etc.) y también aquellos que inversamente, resultan del proceso natural de reparación. Así como con los cánceres controlados por el “cerebro antiguo”, el crecimiento tumoral no es ni accidental ni sin sentido, ya que la proliferación de las células se detiene tan pronto como se repara el tejido, los cánceres de testículo, ovarios, linfomas, linfomas no-Hodgkin, varios tipos de sarcomas, carcinomas bronquiales y laríngeos, y el cáncer cervical, son todos de una naturaleza curativa y son fenómenos exclusivamente de la fase curativa. Si el proceso curativo no se interrumpe a través de medicamentos o por una recaída del conflicto, estos tumores eventualmente se degradan durante la terminación de la fase curativa.
El segundo tipo de cáncer de mama, el “carcinoma ductal in situ” (DCIS), también cae dentro de esta categoría. Mientras un cáncer glandular de mama es indicación de que una mujer está en la fase activa de un conflicto de preocupación, un cáncer intraductal es una señal positiva de que el conflicto de separación relacionado (“arrebatado de mi pecho”) ha sido resuelto. ¡Una mujer no desarrolla cáncer de seno sin razón!
Ni tampoco desarrolla cáncer de seno por coincidencia, en precisamente su seno derecho o izquierdo.

EL SIGNIFICADO DE NUESTRA LATERALIDAD BIOLÓGICA
El Dr. Hamer encontró que nuestra lateralidad determina si una enfermedad, como el cáncer, se desarrolla en el lado derecho o el izquierdo del cuerpo. Esta es la regla: Una persona diestra responde a un conflicto en relación a su madre o sus hijos, con el lado izquierdo del cuerpo, pero responde a un conflicto relacionado a una “pareja”, es decir, padre, hermano, pariente, amigo, colega, etc. con el lado derecho. Para personas zurdas es al revés. Hay siempre una relación cruzada desde el cerebro al cuerpo, porque cada hemisferio del cerebro (excluyendo el tallo cerebral) dirige el lado opuesto del cuerpo.
La manera más simple para identificar si somos biológicamente diestros o zurdos es la prueba del aplauso. La mano de arriba es la mano guía, e indica si somos derechos o izquierdos. No obstante, un cáncer de seno en el seno derecho, un quiste ovárico en el ovario izquierdo, un desorden de piel en el lado derecho o izquierdo (o ambos), una parálisis motora en el lado izquierdo (es decir, después de un derrame cerebral), nos da una primera indicación de “quien” estuvo implicado(a) cuando tuvo lugar el conflicto original. 
Con referencia a conflictos más avanzados (y regiones cerebrales), el estado hormonal también debe tomarse en cuenta para una evaluación exacta.


EL PAPEL BENÉFICO DE LOS MICROBIOS
Otro aspecto de la investigación del Dr. Hamer ha sido el papel de los microbios durante el desarrollo de la enfermedad. Esto, en resumen, es lo que él encontró (Cuarta Ley Biológica):
Los microbios, tales como hongos, bacterias y virus están activos solamente durante la fase de curación, y la manera en que operan es en total concordancia con la lógica evolutiva. Las bacterias tuberculares, por ejemplo, se encuentran en tejidos controlados únicamente por el “cerebro antiguo”. Su función durante la fase de la reparación es descomponer los tumores que son ahora superfluos, es decir, los tumores de pulmón, colon, riñones próstata, útero, tumores de glándulas mamarias, melanomas y mesoteliomas. Las bacterias tuberculares son esenciales para deshacer la acumulación de “células descartables” que proliferaron por una razón biológica durante la fase activa del conflicto. Si la bacteria requerida no está
disponible, ya sea por una vacunación o por el abuso de antibióticos, o tratamientos de quimioterapia, el tumor no puede desintegrarse apropiadamente. Como resultado, éste se queda en su lugar y se encapsula sin generar daños. Sin embargo, al ser detectado en un chequeo de rutina, tal crecimiento encapsulado puede conducir a un diagnóstico de “cáncer” y, potencialmente, a nuevos choques de conflicto con nuevos síntomas. Entendiendo las leyes biológicas del desarrollo de la enfermedad, esta perspectiva puede virtualmente ser eliminada.
Mientras la bacteria destruye las células tumorales que ya no se necesitan, los virus parecen estar implicados en el proceso de curación de tejidos controlados exclusivamente por la corteza cerebral (es decir, bronquios, membranas nasales, revestimiento estomacal, revestimiento de los conductos biliares y de la epidermis).
La hepatitis, neumonía, herpes, influenza, influenza estomacal, son indicaciones de que está en curso un “virulento” pero natural proceso de curación. Respecto al papel de los virus, el Dr. Hamer prefiere hablar de “virus hipotéticos”, puesto que últimamente ha sido cuestionada la existência de los virus. Esto estaría en concordancia con los hallazgos tempranos del Dr. Hamer, sobre que el proceso de reconstrucción y restauración del tejido ulcerado o necrotizado todavía ocurre, incluso si los virus relacionados con el tejido no están presentes.
El dilema en el cual la medicina convencional se encuentra atrapada es que falla en reconocer el patrón bifásico de cada enfermedad, la primera fase, la fase activa de conflicto, es rutinariamente pasada por alto. Puesto que los microbios están solamente activos durante la fase de curación, y puesto que su actividad microbiana va típicamente acompañada por inflamación, fiebre, pus, descarga y dolor, los microbios son considerados malévolos y la causa de las enfermedades infecciosas. Pero los micróbios no causan la enfermedad. Después de todo, es nuestro organismo que emplea los microbios para optimizar el proceso curativo. Los microbios pueden, por supuesto, ser transmitidos, pero permanecen dormidos hasta que la persona está en la fase de curación del mismo tipo de conflicto.
Continuara

domingo, 20 de febrero de 2011

NUEVA MEDICINA GERMANICA (II)


Si hay una experiencia que no cambia, si hay algo que se mantiene constante, si durante la historia de la raza humana algo es fijo, es el afán de investigación del hombre, ser humano y su tozudez por lograr resultados. Esta locura desenfrenada ha hecho que la palabra cambio sea la mas real, la que mas expresa la movida imparable de los Seres Humanos a lo largo del Tiempo.
La Medicina es uno de los escenarios que mas se han beneficiado de este cambio.
Aun así llama la atención algo. Hay diversos sistemas de salud. Y hay que reconocer que los acercamientos de uno a otro son a fuerza de trabajo activo. O sea no hay facilidad en estas aproximaciónes en nada.
Pero los seres humanos estamos pues en la obligación de distinguir con ojos de la verdad experimental si queremos saber y tener no solo solvencia económica sino también mas y mas inteligente vida.
Es por ello que pongo a vuestra consideración criterios nuevos no en su salida a Internet porque ya están en ella hace algún tiempo pero si. Un punto de vista sobre la salud y la enfermedad novedoso. Para Usted hacer por si mismo su juicio sobre lo que aquí aparece. (2)
Tomado de:
NUEVA MEDICINA GERMÁNICA® (GNM)
El nuevo paradigma médico
© Por Dra. Caroline Markolin,  Vancouver, Canadá 



EL PATRÓN BIFÁSICO DE CADA ENFERMEDAD
                                 
El Patron Bifasico de Cada Enfermedad.
El Dr. Hamer también descubrió que si hay una resolución del conflicto, cada enfermedad procede en dos fases (Segunda Ley Biológica). Durante la primera fase, o fase activa del conflicto, el organismo entero está dirigido a ocuparse del conflicto. Mientras una alteración celular significativa corre su curso a nivel físico, la psique y el sistema vegetativo autónomo también tratan de manejar la situación inesperada.
Puesta en un estado de tensión (simpaticotonia), la mente se vuelve completamente preocupada por el contenido del conflicto. Alteraciones en el sueño y falta de apetito son síntomas típicos.
Biológicamente hablando esto es vital porque enfocarse en el conflicto y las horas extra de vigilia proporcionan las condiciones correctas para trabajar a en el conflicto y encontrar una resolución. La fase activa del conflicto es también llamada la “fase fría”. Puesto que los vasos sanguíneos se constriñen durante el estrés, los síntomas típicos de actividad del conflicto son extremidades frías (particularmente manos frías), escalofríos y sudor frío. La intensidad de los síntomas es, naturalmente, dependiente de la magnitud del conflicto. 
Si una persona permanece en un estado intenso de conflicto-activo por un largo período de tiempo, la condición puede ser fatal. Pero el Dr. Hamer comprueba, más allá de la duda razonable, que un organismo nunca puede morir de cáncer por sí mismo. Una persona puede morir como resultado de complicaciones médicas o de un tumor que, por ejemplo, ocluya un órgano vital, como el colon o los conductos biliares, pero de ninguna manera pueden las células del cáncer, por sí mismas, causar la muerte.
 En la “Nueva Medicina Germánica”, la distinción entre el cáncer “maligno” y “benigno” no hace sentido en lo absoluto. El término “maligno” es una construcción artificial (igual se aplica a los marcadores tumorales) que simplemente indica que la actividad de reproducción de células ha excedido cierto límite arbitrario.
Si una persona muere durante la fase activa del conflicto, es usualmente por pérdida de energía, de peso, privación de sueño y agotamiento emocional y mental. A menudo un devastador diagnóstico de cáncer ó un pronóstico negativo (“¡A usted le quedan seis meses de vida!”) es el que arroja al paciente de cáncer (incluyendo a sus seres queridos) en un estado de desesperación. Con muy poca o ninguna esperanza, y privados de su fuerza de vida, se dejan vencer y eventualmente mueren de caquexia, un proceso agonizante que los procesos convencionales de tratamiento de cáncer solamente aceleran. 
Si el paciente no ha sido sometido a ningún tratamiento convencional (especialmente quimioterapia o radioterapia), la GNM tiene una tasa de éxito que va de un 95 a un 98%. Irónicamente estas notables estadísticas para el éxito del Dr. Hamer fueron
entregadas por las mismas autoridades que le atacaron.
Cuando el Dr. Hamer fue arrestado en 1997 por haberle dado consejo médico sin licencia médica a tres personas, la policía confiscó los archivos de sus pacientes y los hizo analizar. Subsecuentemente, un fiscal público fue forzado a admitir durante el juicio que después de cinco años de 6,500 pacientes casi todos con cáncer “terminal” 6000 estaban todavía vivos. Con tratamientos convencionales, los cuadros son generalmente lo opuesto. Según el epidemiólogo y un bio-estadista, Dr. Ulrich Abel (Alemania), “El éxito de la mayor parte de las quimioterapias es aterrador…No hay evidencia científica de su habilidad para extender de manera apreciable las vidas de pacientes que sufren del más común cáncer orgánico… La quimioterapia para las malignidades demasiado avanzadas para ser sometidas a cirugía, que cuenta para aprox. el 80% de los cánceres, es un desperdicio científico.” (Lancet 1991).