domingo, 20 de febrero de 2011

NUEVA MEDICINA GERMANICA (II)


Si hay una experiencia que no cambia, si hay algo que se mantiene constante, si durante la historia de la raza humana algo es fijo, es el afán de investigación del hombre, ser humano y su tozudez por lograr resultados. Esta locura desenfrenada ha hecho que la palabra cambio sea la mas real, la que mas expresa la movida imparable de los Seres Humanos a lo largo del Tiempo.
La Medicina es uno de los escenarios que mas se han beneficiado de este cambio.
Aun así llama la atención algo. Hay diversos sistemas de salud. Y hay que reconocer que los acercamientos de uno a otro son a fuerza de trabajo activo. O sea no hay facilidad en estas aproximaciónes en nada.
Pero los seres humanos estamos pues en la obligación de distinguir con ojos de la verdad experimental si queremos saber y tener no solo solvencia económica sino también mas y mas inteligente vida.
Es por ello que pongo a vuestra consideración criterios nuevos no en su salida a Internet porque ya están en ella hace algún tiempo pero si. Un punto de vista sobre la salud y la enfermedad novedoso. Para Usted hacer por si mismo su juicio sobre lo que aquí aparece. (2)
Tomado de:
NUEVA MEDICINA GERMÁNICA® (GNM)
El nuevo paradigma médico
© Por Dra. Caroline Markolin,  Vancouver, Canadá 



EL PATRÓN BIFÁSICO DE CADA ENFERMEDAD
                                 
El Patron Bifasico de Cada Enfermedad.
El Dr. Hamer también descubrió que si hay una resolución del conflicto, cada enfermedad procede en dos fases (Segunda Ley Biológica). Durante la primera fase, o fase activa del conflicto, el organismo entero está dirigido a ocuparse del conflicto. Mientras una alteración celular significativa corre su curso a nivel físico, la psique y el sistema vegetativo autónomo también tratan de manejar la situación inesperada.
Puesta en un estado de tensión (simpaticotonia), la mente se vuelve completamente preocupada por el contenido del conflicto. Alteraciones en el sueño y falta de apetito son síntomas típicos.
Biológicamente hablando esto es vital porque enfocarse en el conflicto y las horas extra de vigilia proporcionan las condiciones correctas para trabajar a en el conflicto y encontrar una resolución. La fase activa del conflicto es también llamada la “fase fría”. Puesto que los vasos sanguíneos se constriñen durante el estrés, los síntomas típicos de actividad del conflicto son extremidades frías (particularmente manos frías), escalofríos y sudor frío. La intensidad de los síntomas es, naturalmente, dependiente de la magnitud del conflicto. 
Si una persona permanece en un estado intenso de conflicto-activo por un largo período de tiempo, la condición puede ser fatal. Pero el Dr. Hamer comprueba, más allá de la duda razonable, que un organismo nunca puede morir de cáncer por sí mismo. Una persona puede morir como resultado de complicaciones médicas o de un tumor que, por ejemplo, ocluya un órgano vital, como el colon o los conductos biliares, pero de ninguna manera pueden las células del cáncer, por sí mismas, causar la muerte.
 En la “Nueva Medicina Germánica”, la distinción entre el cáncer “maligno” y “benigno” no hace sentido en lo absoluto. El término “maligno” es una construcción artificial (igual se aplica a los marcadores tumorales) que simplemente indica que la actividad de reproducción de células ha excedido cierto límite arbitrario.
Si una persona muere durante la fase activa del conflicto, es usualmente por pérdida de energía, de peso, privación de sueño y agotamiento emocional y mental. A menudo un devastador diagnóstico de cáncer ó un pronóstico negativo (“¡A usted le quedan seis meses de vida!”) es el que arroja al paciente de cáncer (incluyendo a sus seres queridos) en un estado de desesperación. Con muy poca o ninguna esperanza, y privados de su fuerza de vida, se dejan vencer y eventualmente mueren de caquexia, un proceso agonizante que los procesos convencionales de tratamiento de cáncer solamente aceleran. 
Si el paciente no ha sido sometido a ningún tratamiento convencional (especialmente quimioterapia o radioterapia), la GNM tiene una tasa de éxito que va de un 95 a un 98%. Irónicamente estas notables estadísticas para el éxito del Dr. Hamer fueron
entregadas por las mismas autoridades que le atacaron.
Cuando el Dr. Hamer fue arrestado en 1997 por haberle dado consejo médico sin licencia médica a tres personas, la policía confiscó los archivos de sus pacientes y los hizo analizar. Subsecuentemente, un fiscal público fue forzado a admitir durante el juicio que después de cinco años de 6,500 pacientes casi todos con cáncer “terminal” 6000 estaban todavía vivos. Con tratamientos convencionales, los cuadros son generalmente lo opuesto. Según el epidemiólogo y un bio-estadista, Dr. Ulrich Abel (Alemania), “El éxito de la mayor parte de las quimioterapias es aterrador…No hay evidencia científica de su habilidad para extender de manera apreciable las vidas de pacientes que sufren del más común cáncer orgánico… La quimioterapia para las malignidades demasiado avanzadas para ser sometidas a cirugía, que cuenta para aprox. el 80% de los cánceres, es un desperdicio científico.” (Lancet 1991).

1 comentario:

Sirah dijo...

Hola Omar, como te prometí me paso por tu blog. Por supuesto que mencionaré a esta medicina en las entradas que estoy elaborando sobre lo que considero un tipo de medicina que aún no se esta ejerciendo, porque creo que sus fundamentos -especialmente su vinculación con la causalidad emocional como creadora de enfermedades- formará parte de esa nueva medicina que creo puede llegar a existir algún día a poco que habramos nuestras mentes.

Gracias por pasarte por mi blog