miércoles, 23 de febrero de 2011

NUEVA MEDICINA GERMANICA (III)



En los dos segmentos anteriores 
asistimos a la informacion sobre La Perdida de Dirk
 hijo del Dr. Hamer y el Cancer de Testiculo que
sufrio este. Lo relacionó con la tragica 
perdida de su hijo.
Descubre al analizar a todos sus pacientes
con cancer que al igual que él todos habian
pasado por algun episodio lleno de tensión
antes de desarrollar este.
Sus Hallazgos lo llevan a
 "Las 5 Leyes de la Nueva Medicina"
EL ORIGEN DE LA ENFERMEDAD EN EL CEREBRO
Síndrome de Dirk Hamer, o DHS.
En honor a su hijo
El “Sistema Ontogenético de Tumores” de la GNM
El Patron Bifasico de Cada Enfermedad. 
Segunda Ley Biologica.
Distincion entre Cancer Maligno y Benigno
Valor de la Quimioterapia.
Pasemos a un Interesante Segmento III en
el que analizamos conceptos diferentes en 
La Nueva Medicina Germanica. del Dr. Hamer
Tomado de:

NUEVA MEDICINA GERMÁNICA® (GNM)
El nuevo paradigma médico
© Por Dra. Caroline Markolin, Vancouver, Canadá


EL CUERPO SE SANA SOLO
La resolución del conflicto señala el comienzo de la segunda fase del programa biológico.
Nuestras emociones y nuestro organismo cambian inmediatamente y pasan a un modo de sanación asistido por un cambio en el sistema vegetativo hacia la función de “vagotonia”. Durante la fase de sanación, el apetito vuelve, pero hay mucho cansancio (podríamos incluso no ser capaces de levantarnos de la cama).
El descanso y el suministro al organismo de nutrientes es esencial mientras el cuerpo está tratando de sanarse. La segunda fase es también llamada la “fase tibia”, durante la vagotonia es cuando los vasos sanguíneos se agrandan produciendo manos y pies tibios y piel cálida.
Con la resolución del conflicto, hay también un cambio inmediato a nivel orgánico. La proliferación de las células (crecimiento tumoral controlado por el “cerebro antiguo”) o la degradación de la célula (perdida controlada de tejido – “cerebro nuevo”), se detienen inmediatamente y se pone en marcha el proceso correspondiente de reparación. Un área que se necrotizó o que se ulceró durante la fase activa del conflicto se encuentra ahora siendo reparada y recargada con nuevas células.
Esto va usualmente acompañado de una inflamación potencialmente dolorosa, causada por un edema que protege al tejido mientras este está curándose. Otros síntomas típicos de reparación son: hipersensibilidad, escozor, espasmo (si es que está implicado el tejido muscular) y aumento de volumen. Ejemplos de
“enfermedades” que solamente ocurren en la fase de sanación son: ciertos desórdenes de piel, hemorroides, laringitis, bronquitis, artritis, arterosclerosis, desórdenes de vejiga o riñones, ciertas enfermedades del hígado, e infecciones.
De acuerdo con la observación de la multiplicación de las células (mitosis) y la distinción estándar entre tumores “benignos” y “malignos”, la medicina convencional interpreta la producción natural de células de tejidos en proceso de sanación, como una “malignidad”. En la GNM, también distinguimos dos tipos de tumores.
Pero los tumores no están divididos en “buenos” y “malos”; más bien están clasificados de acuerdo con su tipo de tejido y la parte del cerebro desde la cual se originan y son controlados. Existen tumores que se desarrollan exclusivamente durante la fase activa del conflicto (tumores de pulmón, colon, hígado, útero, próstata, etc.) y también aquellos que inversamente, resultan del proceso natural de reparación. Así como con los cánceres controlados por el “cerebro antiguo”, el crecimiento tumoral no es ni accidental ni sin sentido, ya que la proliferación de las células se detiene tan pronto como se repara el tejido, los cánceres de testículo, ovarios, linfomas, linfomas no-Hodgkin, varios tipos de sarcomas, carcinomas bronquiales y laríngeos, y el cáncer cervical, son todos de una naturaleza curativa y son fenómenos exclusivamente de la fase curativa. Si el proceso curativo no se interrumpe a través de medicamentos o por una recaída del conflicto, estos tumores eventualmente se degradan durante la terminación de la fase curativa.
El segundo tipo de cáncer de mama, el “carcinoma ductal in situ” (DCIS), también cae dentro de esta categoría. Mientras un cáncer glandular de mama es indicación de que una mujer está en la fase activa de un conflicto de preocupación, un cáncer intraductal es una señal positiva de que el conflicto de separación relacionado (“arrebatado de mi pecho”) ha sido resuelto. ¡Una mujer no desarrolla cáncer de seno sin razón!
Ni tampoco desarrolla cáncer de seno por coincidencia, en precisamente su seno derecho o izquierdo.

EL SIGNIFICADO DE NUESTRA LATERALIDAD BIOLÓGICA
El Dr. Hamer encontró que nuestra lateralidad determina si una enfermedad, como el cáncer, se desarrolla en el lado derecho o el izquierdo del cuerpo. Esta es la regla: Una persona diestra responde a un conflicto en relación a su madre o sus hijos, con el lado izquierdo del cuerpo, pero responde a un conflicto relacionado a una “pareja”, es decir, padre, hermano, pariente, amigo, colega, etc. con el lado derecho. Para personas zurdas es al revés. Hay siempre una relación cruzada desde el cerebro al cuerpo, porque cada hemisferio del cerebro (excluyendo el tallo cerebral) dirige el lado opuesto del cuerpo.
La manera más simple para identificar si somos biológicamente diestros o zurdos es la prueba del aplauso. La mano de arriba es la mano guía, e indica si somos derechos o izquierdos. No obstante, un cáncer de seno en el seno derecho, un quiste ovárico en el ovario izquierdo, un desorden de piel en el lado derecho o izquierdo (o ambos), una parálisis motora en el lado izquierdo (es decir, después de un derrame cerebral), nos da una primera indicación de “quien” estuvo implicado(a) cuando tuvo lugar el conflicto original. 
Con referencia a conflictos más avanzados (y regiones cerebrales), el estado hormonal también debe tomarse en cuenta para una evaluación exacta.


EL PAPEL BENÉFICO DE LOS MICROBIOS
Otro aspecto de la investigación del Dr. Hamer ha sido el papel de los microbios durante el desarrollo de la enfermedad. Esto, en resumen, es lo que él encontró (Cuarta Ley Biológica):
Los microbios, tales como hongos, bacterias y virus están activos solamente durante la fase de curación, y la manera en que operan es en total concordancia con la lógica evolutiva. Las bacterias tuberculares, por ejemplo, se encuentran en tejidos controlados únicamente por el “cerebro antiguo”. Su función durante la fase de la reparación es descomponer los tumores que son ahora superfluos, es decir, los tumores de pulmón, colon, riñones próstata, útero, tumores de glándulas mamarias, melanomas y mesoteliomas. Las bacterias tuberculares son esenciales para deshacer la acumulación de “células descartables” que proliferaron por una razón biológica durante la fase activa del conflicto. Si la bacteria requerida no está
disponible, ya sea por una vacunación o por el abuso de antibióticos, o tratamientos de quimioterapia, el tumor no puede desintegrarse apropiadamente. Como resultado, éste se queda en su lugar y se encapsula sin generar daños. Sin embargo, al ser detectado en un chequeo de rutina, tal crecimiento encapsulado puede conducir a un diagnóstico de “cáncer” y, potencialmente, a nuevos choques de conflicto con nuevos síntomas. Entendiendo las leyes biológicas del desarrollo de la enfermedad, esta perspectiva puede virtualmente ser eliminada.
Mientras la bacteria destruye las células tumorales que ya no se necesitan, los virus parecen estar implicados en el proceso de curación de tejidos controlados exclusivamente por la corteza cerebral (es decir, bronquios, membranas nasales, revestimiento estomacal, revestimiento de los conductos biliares y de la epidermis).
La hepatitis, neumonía, herpes, influenza, influenza estomacal, son indicaciones de que está en curso un “virulento” pero natural proceso de curación. Respecto al papel de los virus, el Dr. Hamer prefiere hablar de “virus hipotéticos”, puesto que últimamente ha sido cuestionada la existência de los virus. Esto estaría en concordancia con los hallazgos tempranos del Dr. Hamer, sobre que el proceso de reconstrucción y restauración del tejido ulcerado o necrotizado todavía ocurre, incluso si los virus relacionados con el tejido no están presentes.
El dilema en el cual la medicina convencional se encuentra atrapada es que falla en reconocer el patrón bifásico de cada enfermedad, la primera fase, la fase activa de conflicto, es rutinariamente pasada por alto. Puesto que los microbios están solamente activos durante la fase de curación, y puesto que su actividad microbiana va típicamente acompañada por inflamación, fiebre, pus, descarga y dolor, los microbios son considerados malévolos y la causa de las enfermedades infecciosas. Pero los micróbios no causan la enfermedad. Después de todo, es nuestro organismo que emplea los microbios para optimizar el proceso curativo. Los microbios pueden, por supuesto, ser transmitidos, pero permanecen dormidos hasta que la persona está en la fase de curación del mismo tipo de conflicto.
Continuara

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es muy importante e interesante, los descubrimientos de estos patrones psicobiologicos y la relacion estrecha q existe entre la psiquis y nuestro sistema de organos! y la manera q influye nuestras acciones y posturas emocionales ante el fenomeno salud-enfermedad! Muy interesante.